Edward Jenner y las vacunas: ¿quién fue? ¿Y por qué se llaman vacunas?

Edward Jenner fue un médico inglés, símbolo de una genialidad altruista, a quién le debemos la creación de la vacunación. En este blog te hablemos brevemente de su contribución a la medicina y el por qué se llaman vacunas.

 

¿Quién era Edward Jenner y cuál fue su contribución a la medicina?

 

Edward Jenner fue un innovador médico que con ingenio logró algo que era inimaginable en su época, crear la inmunidad a la peste viruela que asolaba grandes partes de Europa.

Jenner, médico inglés, demostró que si a una persona sana se le inyectaba en su piel, material orgánico sacado de una ampolla de otra persona que a su vez fue infectada por lesiones de vacas, luego de una semana de gripe fuerte y ampollas menores, se volvió resistente al contagio.

En 1796, Jenner se atrevió a hacer pruebas en su pueblo, para enfrentar la epidemia de viruela, que en aquella época era incurable y se consideraba de las enfermedades más horrorosas y repugnantes que podían ocurrirle a los seres humanos.

Las personas que eran infectadas de viruela sufrían de fiebre, dolores y el cuerpo se volvió irreconocible a causa de las hinchazones. Los infectados permanecían postrados por la inflamación, cubiertos desde la cabeza a los pies de úlceras, pus fética y costras.

Un tercio de la población infectada falleció, mientras que quienes lograron sobrevivir, lo hacían con secuelas serias como ceguera, sordera y en la mayoría de los casos, con cicatrices que deformaban toda la piel.

Jenner padeció viruela durante su infancia, fue un sobreviviente, por ello comprendía muy bien el desespero de los enfermos y dedicó gran parte de su vida a buscar una solución para erradicar este mal tan atroz en aquella época.

 

¿Por qué se llaman vacunas?

 

Edward Jenner envió un informe de su investigación a la Royal Society, una sociedad científica que de inmediato rechazó el trabajo de Jenner.

En 1798, publicó un libro con los resultados de pruebas realizadas a 23 pacientes con pus de viruela bovina, nombrando a su terapia “vacunación”, debido al origen de su descubrimiento, mencionado al inicio de nuestro blog.

 

¿Cómo reaccionó la sociedad ante la “vacunación”?

 

En aquella época, cuando aún no se conocían ni los virus, ni bacterias, Jenner acudió a Londres para hacer una demostración de su técnica y sus efectos, pero no logró el apoyo de la sociedad médica ni de los obispos por temor a los efectos deshumanizantes de inyectar pus de origen vacuno.

Sin embargo, Jenner compartió gratuitamente material biológico a médicos que estuvieron dispuestos a comprobar la efectividad de la vacunación. 

Dos años después, la vacunación había obtenido prestigio internacional por su eficacia en la prevención contra la viruela, una de las enfermedades más temidas por el ser humano antes de la medicina moderna.

Ante tal proeza, las cortes reales de toda Europa aprobaron y apoyaron la técnica de la vacunación.

 

El altruismo de Jenner

El extraordinario valor de la vacunación alcanzó reconocimiento público en Inglaterra en 1802, cuando el Parlamento británico concedió a Edward Jenner la suma de 10.000 libras esterlinas por sus aportes al progreso del país y apoyo a su programa de vacunación. 

Luego en 1807 el Parlamento le otorgó 20.000 libras esterlinas más. Sin embargo, no solo recibió honores sino que también fue objeto de ataques y burlas. A pesar de todo esto, no dejó de ser un médico rural en Berkeley desde donde siguió promoviendo la vacunación. 

En 1803, el rey de España, Carlos IV, con fondos públicos organizó una expedición de vacunación masiva de niños en todo el imperio español (donde no se ponía el sol) ya que su propia hija, la infanta María Teresa, había fallecido a causa de viruela. 

La Real Expedición Filantrópica de la “vacuna”, fue dirigida por el médico Francisco Javier Balmis; en la corbeta María Pita le acompañaron dos médicos asistentes, dos practicantes, tres enfermeras, una maestra y 22 niños huérfanos. 

En ausencia de refrigeración y containers clínicos, se resolvió que para tener material biológico fresco para vacunar, subieran al barco dos niños infectados con la viruela bovina, y cada 10 días se inyectará a otros dos niños, sucesivamente. 

Así llegaron con la vacuna viva a Puerto Rico, Cuba, Venezuela y México. Luego con niños mexicanos siguieron hacia Filipinas y China, regresando a España luego de dar la vuelta al mundo en 1806. Gracias a esta expedición filantrópica la vacunación llegó al Perú y Chile. Cuando Jenner fue informado de esta notable campaña, declaró: 

No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía más noble y más amplio que este”.

 

Fuete:  National geographic

 

Servicios de alta efectividad de Jenner

Por su parte, en 1805, mientras Napoleón Bonaparte mantenía una encarnizada guerra contra Inglaterra, un grupo de madres de soldados británicos le pidió al ya célebre médico Edward Jenner, que solicitase al emperador francés la liberación de sus hijos apresados en el continente.  

Jenner accedió y como parte de la negociación, ofreció al general vacunar a su ejército para evitar así la propagación de la letal enfermedad por Europa.  Napoléon le respondió  “No le puedo negar nada a uno de los más grandes benefactores de la humanidad”, mientras ordenaba que todo su ejército se vacunara.

Se tuvo que esperar hasta 1880 para que Luois Pasteur demostrara que los microbios eran los causantes de enfermedades infecciosas; en 1890  Emil von Behring y Shibasaburo Kitasato demostraron la capacidad inmunitaria en seres vivos y hasta 1930, con la microscopía electrónica, se logró observar la morfología del virus variola.

La pandemia más larga de la historia, la viruela, se había propagado desde tiempos de los faraones a los imperios griego y romano, luego a las dinastías Sui y Tang en China (años 600 D.C), más adelante a toda Europa, y a los comienzos del 1500 llega a América en barcos, devastando todas las poblaciones indígenas con mortandades masivas catastróficas. Es mediante la genialidad altruista de Jenner que toda la humanidad se ha beneficiado del control de esta enfermedad, que en 1980 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la certifica erradicada en todo el planeta, por vacunación.

Hoy en día Jenner es un referente de valores superiores, como símbolo notable de servicios de alta efectividad en beneficio de la humanidad. El Centro Médico Jenner se ha organizado inspirado en estos valores.

En honor a Edward Jenner

Símbolo de una genialidad altruista

17 de mayo 1749 – 26 de enero 1823